Sobre fresco encontrado en aljibe del Palacio Escarzaga

Bueno, estando lejos de Durango, a veces ando atrasada de noticias. Pero hoy me encontre este articulo sobre "La Seniora de las Almas" el cual fue anteriorment publicado en otro blog. Me parece importante porque este descubrimiento representa un agregado de gran valor historico para el patrimonio de nuestra ciudad como muchos otrso que existen y que no son del conocimiento publico o simplemente cuya existencia es desconocida.

¿Hallazgo? en Palacio de Escárzaga Gabriela Gallegos Ávila/Contralíneas
19 MAYO 2009

La remodelación que se realiza en la casona del Siglo XIX, conocida como Palacio de Escárzaga, que albergó hasta el año pasado (2008) las oficinas principales de la Presidencia Municipal de Durango, dejó al descubierto lo que pudiera convertirse en
uno de los principales hallazgos del recinto: "La Señora de las Almas" y en un importante "gancho" de atracción de lo que será el costoso "Museo de la Ciudad".

Y es que durante los trabajos efectuados en el tercer patio del caserón de 20 de Noviembre y Victoria -que corresponde a la parte que conocimos como el Auditorio Municipal- quienes realizan los trabajos de rehechura encontraron el aljibe de la casa, que de acuerdo con datos históricos disponibles, nunca apareció registrado en los planos de 1902, y hasta 1977, en que se hicieron remodelaciones al inmueble; sin embargo, de acuerdo con las construcciones de la época, eran de lo más común.
Luego de 111 años, el aljibe reveló su tesoro; en su interior se encontró a principios de este 2009 una gran mancha en colores ocre, que muy apenas dejaba entrever la imagen de una mujer que sostiene entre sus manos a una pequeña, y que al parecer se trataba de algún fresco dañado por el paso del tiempo.
De acuerdo con informes e imágenes en poder de Contralíneas. Periodismo de Investigación, fue durante el periodo de Semana Santa que se trajeron del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) tres restauradores para que intervinieran la imagen de aproximadamente 1.40 x 4 metros, trabajo que dejó al descubierto lo que se denominó "La Señora de las Almas".
Sin sustento histórico aún, alrededor de "La Señora de las Almas" se teje ya una especie de leyenda plasmada en la ficha que podrá ser leída por quienes tengan a bien visitar el lugar, una vez que se inaugure:
"Se cuenta que en 1899 Alondra, de 3 años, hija natural de don Pedro de Escárzaga, se ahogó accidentalmente, al igual que su madre Margarita, en su afán de salvarla. El aljibe fue tapado y borrada toda huella de su existencia. 30 años después, durante una remodelación, fue descubierto sin encontrarse ni agua ni restos de los cuerpos, sólo en una de las paredes laterales la imagen de Margarita con Alondra desfallecida entre sus brazos, cubriéndose de nuevo. Hoy se han vuelto a encontrar casi intactos el aljibe y la imagen de "La Señora de las Almas", de quien se dice es la protectora de las almas, cuyos cuerpos no han sido rescatados".
LA LEYENDA
“La Señora de las Almas”
Era el mes de enero de 1899, cuando la prensa local dio la noticia de un accidente en la edificación del Palacio de Escárzaga, un año antes de estar concluida, pocos supieron lo sucedido, ya que su propietario, el Lic. Pedro Escárzaga, exigió silencio absoluto a todos sus trabajadores, así como eliminar cualquier rastro del aljibe ubicado en el 3er, patio, borrándolo de los planos de la propiedad.
Se cuenta que Alondra, de tres años, hija natural de don Pedro y Margarita, originarias de Santiago Papasquiaro, a quienes había mandado radicar a la ciudad de Durango el propio Pedro, jugando cayó accidentalmente al aljibe, ahogándose en los casi cuatro metros de profundidad. Margarita, desesperada al enterarse, y a pesar de tener la certeza del deceso de la pequeña, se introdujo al aljibe, contestando: ¡No voy a salvar su vida, sino su alma!, a quienes trataban desesperados de detenerla diciéndole que no se arriesgara porque sería en vano salvar ya la vida de Alondra.
Desgraciadamente Margarita corrió la misma suerte que su amada hija Alondra, y don Pedro al enterarse mandó cubrir inmediatamente el aljibe, dejando en su interior ambos cuerpos.
En 1917 dispuso el decreto de expropiación de una parte del inmueble el gobernador en turno, General Gabriel Gavira, y fue tal la tristeza del Lic. Pedro Escárzaga de sólo pensar en verse separado de los restos de una amada, que seis días después de emitido el precepto de expropiación, murió.
En 1928 el Ayuntamiento embargó la construcción por adeudo de contribuciones, y ese mismo año remató el edificio.
Los nuevos propietarios dividieron la casa en dos partes y fue descubierto el aljibe, que para sorpresa de quienes conocían la historia, en su interior no se encontró ni agua ni restos de los cuerpos… sólo en una de las paredes laterales la imagen de Margarita con Alondra, desfallecida entre sus brazos.
Los nuevos dueños, espantados, mandaron destruir el aljibe, alegando unos que se trataba de un túnel y otros que era una gran letrina de bóveda subterránea. Entre los vecinos se encontraba un fiel y silencioso admirador de Margarita, quien había permanecido siempre al pendiente de los sucesos del edificio, siendo él quien sobornó a los peones, quienes, temerosos, sólo lo cubrieron con una gran loza.
Quizá esta haya sido la razón por la cual Concepción Verduzco, Magdalena López, viuda de Zubiría y José Zubiría, nunca ocuparon la residencia y a tan sólo catorce meses de haber sido adquirida, la ofrecieron en venta al Municipio de la capital.
En 1930 el gobernador provisional, Lic. Alberto Terrones, hizo la declaratoria inaugural del edificio que albergaría al Ayuntamiento, encabezado por el presidente municipal Magdaleno Dávalos Preciado.
A pesar de que desde 1929 pertenece al Ayuntamiento y el inmueble ha sufrido cambios severos en diversas ocasiones, es hasta el 2009 que al hacerse los trabajos de remodelación por parte del gobierno municipal, estatal y federal, para lo que hoy es el Recinto Oficial del H. Cabildo, y al encontrarse casi intacto, se autoriza el rescate del aljibe y la imagen de la "La Señora de las Almas", de quien se cuenta es la protectora de las almas cuyos cuerpos no han sido rescatados. Durango, Dgo., abril de 2009.
¿LEYENDA O REALIDAD?
Por ahora, no se cuenta con respaldo histórico o documental de peso que respalde la versión, situación que pudiera entenderse por ser un vestigio que hasta donde se sabe, es desconocido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) e historiadores de la localidad.
Sin embargo, al cruzar la información del caso con el contenido de la obra: "Palacio Escárzaga" del historiador durangueño Javier Guerrero Romero, encontramos que en efecto en el año de 1899 se registró un accidente laboral en la edificación, pero no la muerte presunta de Alondra.
Respecto al fallecimiento del propietario de la finca, la obra de Guerrero Romero revela que seis días después de emitido el precepto de expropiación, incluso antes de su publicación en el Periódico Oficial, el 16 de febrero (1917), murió el Lic. Pedro Escárzaga; en ningún momento la obra hace alusión a una presunta depresión.
La ausencia de agua en 1928, fecha en que el inmueble tuvo nuevos propietarios, puede considerarse hoy como algo normal, pues para ese año, las principales casonas de la ciudad ya contaban con el servicio de agua entubada y drenaje desde 1908, año en que se dejó -de acuerdo a datos históricos documentados- de conducir el agua por el sistema de gravedad, de tal forma que aljibes y letrinas fueron clausuradas.
Sin conocer a fondo el "hallazgo", Javier Guerrero Romero, a reserva de poder estudiar la pintura de "La Señora de las Almas", y a manera de encontrar una primera justificación de su existencia, indica que por las fechas en que se supone se originó la pintura y el lugar en donde fue encontrada, podría tratarse de una capilla clandestina, si se toma en cuenta que en los años de 1927 y 1929 se registró en Durango la rebelión cristera y que quienes tenían la propiedad del inmueble estaban fuertemente ligados con la Iglesia.
Concepción Verduzco, Magdalena López, viuda de Zubiría y José Zubiría, descendientes de los obispos José Antonio Laureano de Zubiría y Escalante y Santiago de Zubiría y Manzanera, bien pudieron convertir el aljibe en una pequeña capilla clandestina para celebrar misas o esconder a sacerdotes para evitar fueran sustraídos durante las redadas. De la pintura en sí detecta leves indicios del barroco y art decó del Siglo XX.
Leyenda o realidad, "La Señora de las Almas" estará en breve al alcance de los duranguenses.



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